José Mojica Marins: del gallinero de los suburbios a la sinagoga maldita

No quería acabar el año sin hacerle un pequeño homenaje al gran José Mojica Marins. ¡Ese hombre para el que halloween era los 365 días del año! ¡Larga vida a Zé Do Caixão!

À meia-noite levarei sua alma (1964) y Esta noite encarnarei no teu cadáver (1967). Tal y como los títulos de sus películas profetizaban, el diabólico Zé do Caixão acabó poseyendo a su creador, José Mojica Marins, en cuerpo y alma. Su empeño por dar vida al personaje dentro y fuera de la ficción hizo que medio Brasil confundiera al personaje con la persona. Es el precio que hay que pagar por convertir tu propia vida en una extraordinaria performance. Como diría el propio Mojica Marins en su última película: «¡El precio por ser la Encarnação do Demônio (2008)!».

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La matanza caníbal de los garrulos lisérgicos

Mi primer artículo para Vice fue un encargo de Iago Fernández sobre «La matanza caníbal de los garrulos lisérgicos».

Una oportunidad de oro para cobrar por escribir por primera vez en mi vida y además rendir homenaje al gran pionero del gore galaico: Antonio Blanco.

Hace unas semanas Martin Scorsese publicó una carta abierta a su hija en la que hablaba del vídeo como formato cinematográfico del futuro. Veinte años antes un gallego llamado Antonio Blanco ya había llegado a esa misma conclusión. Predicando con el ejemplo, se lanzó al rodaje de La matanza caníbal de los garrulos lisérgicos…

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