Gracias a esta entrevista tuve la oportunidad de conocer a uno de mis ídolos de la infancia. A raíz de aquel feliz encuentro surgió una bonita amistad y algunas ideas locas como el episodio homenaje que le dedicamos en la serie «Casa Manola».
Hay dos grandes momentos míticos en mi infancia como televidente: el primero fue cuando a la cantante italiana, Sabrina Salerno, le falló el vestuario y una de sus tetas quedó al aire en el canal español TVE. El segundo fue cuando vi al vampiro de Pontevedra, en Galicia, España.